miércoles, 15 de junio de 2011

El agente hebreo de la T.I.A.


Recordamos en este recién estrenado blog el homenaje que la gran cantante, gran actriz, gran diva, la inigualable Barbra Streisand, dedicó al personaje más travestido en la historia del cómic español.

Corría el año 1983 cuando la Streisand decidió meterse a directora de cine, después de sus grandes éxitos como actriz en su pasado reciente (Tal como éramos, Funny Girl). Y se dijo a si misma: "Yo creo que si en este mi primer flim cuento la historia, llena de suspense, en la que la joven Yentl, hija de un profesor polaco del Talmud, que tras su muerte se disfraza de hombre y vaga por el mundo bajo el nombre de Anshel en su lucha por adquirir conocimientos académicos y convertirse así en una mujer sabia, me voy a lucir". La historia llevaba la firma de Isaac Bashevis Singer, y ya había sido llevada con éxito a las tablas de Broadway.

Los productores, algo acojonadillos después de experimentar el monumental fracaso que supuso La puerta del cielo de Michael Cimino, no estaban del todo seguros de querer apoyar semejante proyecto. La taquilla les demostró que el imán "Barbra" ofrece siempre resultados espectaculares, como algunas de las imágenes de esta película. Muy especialmente ese plano final en el que la Streisand demuestra la sobrehumana resistencia de sus cuerdas vocales mientras la vemos alejarse rumbo a la Tierra Prometida. Ni James Cameron, en los numerosos planos que dedicó al Titanic en medio del océano 14 años después, consiguió dotar semejante sentido épico a sus imágenes.

La sorpresa que nos tenía preparada la buena de Barbra a los espectadores españoles fue que su caracterización como Anshel fuera tan parecida al agente más calvo de la T.I.A. -profesor Bacterio mediante-: Mortadelo, creado por Francisco Ibáñez allá por 1958. Mortadelo y su inseparable compañero Filemón han entretenido a niños y no tan niños de todo el mundo en sus numerosas aventuras, luchando contra todos aquellos que pretendan boicotear unas Olimpiadas o imponer una dictadura, aunque sea de naturaleza alienígena.

Levita negra, anteojos y, of course, una enorme nariz en la que apoyarlos son las señas de identidad de ambos personajes. Habrá quien piense que Mortadelo resulta más simpático que Yentl, pero no se puede dudar de las muy humanas y sentidas motivaciones de esta judía errante, de un cariz feminista muy en boga en la década de los 80.

Nuestra Barbra seguía con esta película una moda que estaba pegando con fuerza en Hollywood: las películas de protagonistas travestidos. Un año antes, Julie Andrews no sabía bien si responder al nombre de Víctor o de Victoria, y Dustin Hoffman se convertía en Dorothy "Tootsie" Michaels para poder seguir pagando el alquiler. Barbra quiso apuntarse al carro, y si bien con el paso de los años su personaje no ha conseguido permanecer en la memoria colectiva tanto como los interpretados por Hoffman y la Andrews, sí que consiguió marcarse un tanto personal al convertirse en la primera mujer en ganar el Globo de Oro a la mejor dirección.

Si aún no la habéis visto, no os la perdáis. Las escenas que incluyen los intentos de seducción de Hadass (una deliciosa Amy Irving) hacia Anshel y su amor incondicional son una mezcla de comicidad y encanto que las convierten en lo mejor de la película.