miércoles, 23 de octubre de 2013

Caniches del Universo

La entrada de este mes está dedicada al gremio de los peluqueros, hadas madrinas cuya varita mágica nos concede el milagro de que, cada vez que nos miramos al espejo, nos veamos más guapos y estilizados de lo natural. De hecho, proponemos a nuestros lectores -de lo más fashion en el mundo de la blogosfera, nos consta- este coqueto peinado de amplio tupé frontal, aderezado con una larga melena cubreorejas del color de la nieve, ideal para reflejar los espectros multicolores de las luces de neón. Quién sabe, quizá consigamos crear tendencia para esta temporada. Otra opción sería la de presentar nuestra solicitud de membresía en el club de fans de Dolly Parton. ¡Éxito garantizado!

Centrándonos en el primer protagonista de nuestra entrada, Karg, diremos que es un ser (no se nos ocurre otro sustantivo), procedente del planeta Eternia; no solo un bichejo más entre la fauna que habita la adaptación cinematográfica de las aventuras y desventuras de He-Man en Masters del Universo, sino el jefe de las hordas de Skeletor al lado de la maligna Evil-Lyn (interpretada por una de las actrices más perturbadoras del cine americano de los 80, Meg Foster). Como curiosidad, en esta película Dolph Lundgren no solo salvaba la vida de una juvenil Courteney Cox, sino que también conseguía hacer que recuperara a sus padres fallecidos... Pero, no preocuparse, no nos referimos a sus cadáveres, sino a unos padres vivitos y coleando.

La aventura principal del héroe de Mattel© y sus compañeros en el film consiste en salvar al planeta Tierra de la destrucción de Skeletor, quien, mira tú por dónde, a pesar de vivir tan lejos de nosotros, tiene la intención de acabar con la humanidad entera. Caprichos de la maldad... Nuestro querido extraterrestre consigue ser el villano más chic de la función (y mira que tenía competencia) con su larga pelambrera. De hecho, bien podría ganar un premio en alguno de esos concursos en los que suele participar el otro protagonista de nuestra entrada...  

Para rastrear el origen del caniche no hace falta salir del globo terráqueo. Simplemente hay que darse un garbeo por Alemania, donde era conocido como Pudelhund, aunque es en Francia donde se desarrolla como perro de aguas -para los menos informados, es ese perro que recupera la presa de caza que cae en riachuelos o estanques.

El arte ha inmortalizado a este animalito doméstico tan estiloso. Durero reprodujo su imagen entre los siglos XV y XVI, y Goya demostró en pleno siglo XVIII que era el animal de compañía favorito de la aristocracia española. Vamos, que el caniche ha sido de siempre canela fina. Y en el terreno de las letras, el mismísimo Mefistófeles se aparecía por primera vez bajo la forma de un caniche negro en el Fausto goethiano. 

Como decíamos unas líneas más arriba, su elegancia natural le ha granjeado convertirse en campeón de numerosos concursos de belleza canina; y sus ávidos dueños les hacen pasar por peluquería (y, en algunos casos, tintorería) para lucir diferentes looks de lo más atrevido y sofisticado. ¡Todo sea por el triunfo, decimos en Coincidencias trastornadas, bien sea en el mundo de la moda o en el de la estrategia por la conquista de otros planetas!