miércoles, 28 de noviembre de 2012

Retratos del artista melenudo (y sexy)

Este par de caballeretes con la mano en el pecho protagonizan la entrada de este mes, en la que el arte sacro se funde con lo más profano, creando una perfecta simbiosis del objetivo que en este nuestro humilde blog nos hemos propuesto desde su creación: registrar las insólitas, asombrosas coincidencias que nos brinda la vida (¡ea!)

Como en el fondo somos muy clásicos, vamos a empezar por el principio. Russell Brand, polifacético artista, natural de la Temible Albión, y tan temible por su humor con tendencia al pasote que hay quien le encuentra similitudes con su paisano destroyer Sacha Baron Cohen. En su faceta de showman ha participado en programas para la MTV y la BBC, con polémicos resultados (controversial results, dicen por allá) que le llevaron a sentir en su trasero el frío del asfalto de la calle de atrás. También ha participado como actor en comedias de éxito -donde le rodearon de comediantes americanos de estilo algo más amable- tales como Paso de ti o Todo sobre mi desmadre. Y hablando de desmadres... Mr. Brand ha tenido una vida, digamos, agitadilla: la policía le ha arrestado unas 12 veces, por causas en su mayor parte relacionadas con el abuso de alcohol y drogas. [Llegados a este punto, estimado lector, aprovechamos este breve inciso para hacer una reflexión moral y aconsejarte que, puestos a abusar, abusa de ti mismo: hay países en los que no te meten entre rejas por esto, y, además da gustirrinín... ¡9,95 de cada 10 lo recomiendan!]. Sin embargo, no hay nada que la meditación trascendental no pueda hacer por un artista popular pasado de vueltas -una meditación que el propio Russell reconoce poner en práctica con asiduidad. 

Todo esto ha convertido a R.B. en carne de cañón para las alargadas zarpas de la prensa del higadillo, que se hincaron sobre tan original personaje muy especialmente cuando inició una relación con la pop star Katy Perry, con quien llegó a formalizar una relación que se desformalizó al año siguiente, quedándose solito en esta dura vida de crisis económica, buzones de voz, realidades líquidas y gente tóxica. Pero no preocuparse: la organización PETA le eligió el vegetariano más sexy del 2011, así que propuestas de reformalizarse seguro que no le faltan. Fijo.


El Durero más cañón
se aloja en El Prado
Manejamos pocos datos que puedan atestiguar que Durero tuviera un estilo de vida tan dado a los excesos varios, pero no hay duda de que se movió mucho, viajando varias veces a Italia para aprender técnica, como buen artista del Renacimiento que se precie. Antes de cumplir los 30 ya era un artista reconocido en toda Europa, y se le considera en la actualidad el mayor artista alemán de los siglos XV y XVI (del XVII no, mira, pero porque no llegó a pisarlo). Su obra incluye óleos, acuarelas, grabados e incluso tratados teóricos de arte que le llevaron a desarrollar sus conocimientos matemáticos tanto como su uso del pincel. Y es que estos de Nuremberg lo mismo te montan una estantería que te sacan una ecuación.

Centrándonos en la obra que principia la entrada, su Autorretrato a los veintiocho años -uno de los tres en óleo realizados a lo largo de su vida y sin duda el más popular- es uno de los más famosos de la Historia del Arte. Los críticos destacan su parecido icónico con las representaciones de Cristo: dicen los expertos, que por algo son expertos, que se trata de toda una alegoría en la que el artista destaca el origen divino de sus talentos, que llevadas a la práctica le convierten en todo un "Creador". (Desconocemos si era típica en Nuremberg la expresión: "Baja, Modesto, que sube Alberto"...) 

En estas Coincidencias Trastornadas opinamos que Durero ha sido, sin duda, uno de los hombres más atractivos que jamás hayan sostenido un pincel entre sus dedos. Reconocemos sentir mayor debilidad por el autorretrato que luce en sus muros el Museo del Prado, que demuestra ser el precursor de una de las modas más populares entre los cachas de gimnasio de barrio y/o extrarradio: el escote masculino. Los guantes blancos le dan un puntito, y le sienta bien el gorro de dormir, ¿no creen? En la actualidad es probable que PETA o cualquier otra organización le hubiera nombrado el hombre más sexy. Lo reconocemos: Brand y Durero nos encienden. Sirva esta entrada para dejar a un lado por unos instantes el carácter divino, metafísico y espiritual del artista y resaltar su lado más sexy. Y si vienen acompañados de una tupida melena en la que enmarañarse, todavía más.