miércoles, 21 de marzo de 2012

Bratzgelina

Saludamos desde este humilde blog a la última gran superestrella femenina de Hollywood, Angelina Jolie. Señora poderosa donde las haya, de ilimitada belleza y cuestionado talento, la matriarca de la numerosa tropa Brangelina es sin duda uno de los iconos de nuestro tiempo. Es por todos conocida -pues la prensa ha hecho hincapié en ello, mención aparte la de tono rosa- su preocupación por los más desfavorecidos, muy especialmente por las víctimas de la aún reciente guerra de los Balcanes. Tanto es así que su debut como directora está centrado en dicho conflicto, todo un giro a su pasado como actriz en olvidables cintas de acción.

De las (muchas) cualidades, no solo físicas, por las que esta mujerona es envidiada, hay una -o mejor dicho, un par- que destaca en particular: sus labios. Parece ser que son los más demandados por acomplejadas mujeres (y quién sabe si algún que otro hombre) a su paso por el quirófano. Abundantes y tentadores como los de una Nastassjia Kinski de antaño ante el ofrecimiento de una fresa, son la seña de identidad más acusada de nuestra actriz/guionista/directora/productora/buenorra.

Tampoco andan escasas de rebordes exteriores bucales las archifamosas muñecas Bratz©, nacidas en 2001 y cuya odisea en el mercado no ha estado exenta de controversia. Por un lado, las presuntas pésimas condiciones laborales de los fabricantes chinos (según parece, les hacían trabajar como ídems por cuatro perras la hora...); por otro, sus rasgos y vestuario híper-sexualizados -que dejan en pañales a las curvas y al ropero de su archienemiga, picapleitos mediante, Barbie©, otrora protagonista de Coincidencias trastornadas-, todo ello considerado "cuestionable" por diversas asociaciones de psicólogos especializados en educación infantil.

Sea como sea, lo cierto es que estas muñecas adolescentes son de lo más fashion de la juguetería y su influencia ha traspasado los límites del plástico, trasladándose al mundo cinematográfico, televisivo e incluso discográfico. Cloe, Jade, Sasha y el resto de amigas polifacéticas... ¡son sencillamente imparables!

En definitiva, el éxito coincidente tanto de la Jolie como de las Bratz© no hace sino llevarle la contraria al bíblico Sansón: la fuente de energía reside en unos labios sugerentes. Y todo lo demás son tonterías.