miércoles, 7 de agosto de 2013

Voodooball

Regresamos tras un largo paréntesis -aunque, ¡lástima!, sin patrocinio alguno de una poderosa marca de chocolatinas- con, como no podía ser de otra forma, una nueva coincidencia que nos trastorna e inquieta, y que pueden observar según leen estas letras, a mano derecha. Toda una pareja de siniestros bajo el sombrero de copa.

La parte izquierda de la imagen la ocupa Dennis Rodman, polifacético señor que ha sido pistón, espuela, toro, lagunero y disidente... Vamos, que jugó en los equipos Detroit Pistons, San Antonio Spurs, Chicago Bulls, Los Angeles Lakers y Dallas Mavericks. Después de una infancia marcada por el racismo y una timidez enfermiza, vivió un frustrado intento de suicidio en 1993. Tras experiencia tan traumática, Rodman decidió reinvertarse cual Madonna -con la que parece ser mantuvo un affair que la propia reina del pop calificó de "decepcionante"-, jugando constantemente con chocantes cambios de look que le convirtieron en el ala-pívot más cabaretero de la historia de la NBA, y confirmaron a estos dos metros de señor como todo un showman que llegó a batirse junto a Hulk Hogan en alguna que otra sesión de wrestling. Uno de sus mayores momentazos fue presentar su autobiografía (con el sugerente título de Bad As I Wanna Bevestido de novia. That's entertainment! Y hablando de entertainment... su segunda esposa fue la explosiva starlette Carmen Electra (cuya unión se celebró en la ciudad más luminosa de todo el estado de Nevada, Las Vegas), un matrimonio salpicado por apariciones estelares del cuerpo de policía que duró menos de un año. La estabilidad no ha sido el fuerte de Rodman, pues su siguiente matrimonio fue un constante ir y venir que duró más de trece años. Pero, ¿existe algo constante en el mundo del showbusiness

Es probable que lo más agradecible de su participación en la película Double Team fuera su nómina de dos millones de dólares, pues los 3 premios Razzie que le llovieron aquel año no contribuyeron a que pudiera labrarse una interesante carrera como actor bajo las órdenes de Woody Allen, Clint Eastwood o Martin Scorsese, sino más bien arrastrar su fibrado culo por productos dignos de los creadores de Gran Hermano, llegando incluso a ofrecer al mundo -televisión por cable mediante- el proceso de rehabilitación de sus problemas con el alcohol. 


¿Quién ha hablado de pactos
con el Diablo?
No sabemos a ciencia cierta si el Sr. Rodman comparte con el co-protagonista de esta entrada, el Dr. Facilier, un vivo interés por los asuntos sobrenaturales, pero de acuerdo con la imagen que ofrecemos aquí a la izquierda podemos intuirlo. Por su parte, el talentoso doctor en magia negra -que interpreta el significado de las cartas de tarot por medio de rimadas canciones (vibrantes en la poderosa garganta del actor Keith David)- posee, al igual que Dennis, un gusto peculiar en la elección de outfits para sus apariciones públicas aparte de una evidente talla extra-alta, aunque al Hombre de las Sombras -como es conocido en la ciudad de Nueva Orleans que retrata Tiana y el sapo- le faltan, como diría mi abuela, un par de cocidos.

Sus tratos con las almas siniestras del otro mundo conllevan unos problemillas que no vamos a desvelar aquí, puesto que no somos dados al spoiler gratuito; solo advertiremos a los lectores de este humilde blog que si van a practicar el vudú con la intención de encantar al príncipe de un país imaginario para convertirle en rana y así apropiarse de sus riquezas, con la consiguiente aventura que conlleva que una camarera obcecada en abrir un restaurante -pues era el sueño de su difunto padre-, pacte con el príncipe un arreglo para conseguir sus propósitos, llevando a cabo un delicioso viaje aderezado con canciones de Randy Newman a través de los tenebrosos pantanos de Louisiana, lleno de peligros de los que siempre saldrán airosos, y que les llevará a descubrir el amor por primera vez, cantar, bailar, besarse, casarse, volver a besarse, desencantarse, cumplir sus sueños y ser felices para siempre... cuidado entonces (pausa para tomar aire), no vayan a acabar raptados por una temible patrulla de sombras (al más puro estilo Ghost, más allá del amor) y lanzados a las simas del infierno, donde sufrir el tormento de las brasas por toda la eternidad.

Nosotros nos limitamos a advertir. Por si las flies.